Las empresas son seres vivos y como tales crecen y “maduran”. Tienen la ventaja de que, si quieren, pueden no “envejecer”, porque son capaces de emprender un camino de permanente renovación.
La empresa joven es impulsiva lo que le puede llevar al éxito o al fracaso; su tensión vital reside en el carácter del emprendedor, en su intuición y también en la suerte que haya sabido buscar o le haya venido de frente. Pero, conforme crece, tiene que plantearse un camino de maduración si no quiere fracasar. Cuando la empresa empieza a adquirir cierta dimensión (en cada caso, según sectores y particularidades propias, esa cierta dimensión es distinta) necesita dotarse de sistemas de buen gobierno, en los que encuentra esa maduración.
El Buen Gobierno ha sido un concepto cambiante y ha ido incorporando con la evolución social, nuevos conceptos o requerimientos. Hay empresarios a los que, cuando les hablan de buen gobierno, piensan que eso son rollos de consultor; piensan que llevar la empresa adelante es centrarse en el negocio por el negocio y todo eso del buen gobierno lo consideran distracciones. Pues bien, tienen razón en parte, pero sólo en parte. Realmente en una empresa joven no caben distracciones y casi nunca hay tiempo para cualificarla. Pero no tienen razón cuando hablan de empresas que ya están en el camino de madurar, porque si no maduran, es probable que se caigan del árbol.
El mercado de hoy no es el mercado de hace 40 años. Estamos en un mercado cuajado de riesgos que hay que gestionar con mucha profesionalidad y en el que existen muchas razones para mejorar el Gobierno Corporativo.
Es necesario mejorar el gobierno corporativo por afrontar estructuras de dirección eficientes en las que cada uno cumpla con su mejor función.
Es necesario mejorar el gobierno corporativo para solucionar los problemas que pueda generar la presencia de intereses familiares ajenos al estricto negocio en la vida de la empresa.
Es necesario mejorar el gobierno corporativo porque la responsabilidad social corporativa no sólo es examinada cada vez más por el mercado (internet) sino que empieza a ser una exigencia para la concesión de ayudas públicas, para la contratación con la administración, para la obtención de beneficios fiscales, e incluso para contratar con las grandes empresas que se empiezan a exigir a sus proveedores que coadyuven con buena reputación a su propia reputación social.
Es necesario mejorar el gobierno corporativo porque la función de cumplimiento, introducida a causa de la responsabilidad penal de las personas jurídicas, se está desvelando como una magnífica herramienta para mejorar la eficiencia de las empresas y reducir riesgos diversos, no sólo penales.
Es necesario mejorar el gobierno corporativo porque las empresas que quieren crecer más necesitan demostrar a potenciales inversores unos sistemas de gestión transparentes que traten adecuadamente la información interna y externa de la empresa.
Todos estos retos, y otros, justifican la mejora del gobierno corporativo, y hay que hacerlo con un traje a medida de cada empresa. En SENEX, nuestra joint venture junto con Axium Consultores, hemos reunido la experiencia de personas que hemos estado desde distintos puestos en el gobierno de empresas, para aportar a nuestros clientes la experiencia en el gobierno y el conocimiento técnico del mismo que nos da nuestra formación continua.
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